lunes, 23 de diciembre de 2013

Margaret Sullavan, una actriz angelical


 Margaret Sullavan fue una magnífica intérprete de rostro angelical acompañado de una presencia magnética y adorable en pantalla, una de esas actrices cautivadoras e indelebles del cine clásico, que estaban dotadas tanto para la comedia como para el drama, a pesar de su procedencia teatral, sus interpretaciones resultaban muy espontáneas y sutiles, sin un ápice de impostación, te la creías siempre. En la línea de la escuela interpretativa clásica americana, donde primaba la contención por encima de la sobreactuación. Nació un 16 de Mayo de 1909. Como persona, se comenta que poseía un fuerte temperamento e indómita personalidad, se enfrentó al poderoso productor de la Metro Louis B. Meyer, al intentar ayudar a un guionista de ideas izquierdistas, negandose a su despido inminente, debido a esta admirable actitud, al director Sam Wood de ideas demasiado conservadoras, le dió un infarto. Parece ser que su dulce presencia escénica, contrastaba con su personalidad real, se dice, que era la actriz que más ponía de los nervios a Louis B. Meyer, entre ambos, siempre hubo una relación complicada y distante. A nivel de premios, Margaret fue una actriz poco reconocida, siendo nominada únicamente al Oscar en una ocasión, como mejor actriz, por su excelente trabajo en ''Tres Camaradas''. Era capaz de brillar incluso enfrentandose cara a cara con divas del cine como Joan Crawford por ejemplo, compartieron planos en ''La hora radiante'' y Margaret como secundaria, conseguía no quedar ensombrecida ante el torbellino interpretativo que es esta mítica intérprete, las dos están magníficas.


Sus mayores etapas de esplendor se produjeron durante los años 30 y 40, debutando como protagonista en ''Parece que fue ayer'' de 1933, bajo la batuta de un gran realizador de melodramas, John M. Stahl. No tuvo dificultades para adaptarse al cine, al cambiar de medio artístico, Margaret provenía de las tablas americanas, de hecho, en una compañía teatral, conoció al fantástico James Stewart, un actor clave en su trayectoria, con el que formaría una estupenda pareja cinematográfica, en pantalla eran pura dinamita, ya que tenían una química entrañable y muy especial, colaboraron en 4 ocasiones, siendo ''El bazar de las sorpresas'' del genio Ernst Lubitsch, la más destacable a nivel de calidad. Ésta última fue la película más famosa de su trayectoria, quizá junto a ''Una chica angelical'' del solvente William Wyler, está estupenda en ambas.

Su carrera fue desgraciadamente corta, contando tan sólo con 16 films entre 1933 y 1950, muchos de ellos, complicados de encontrar y de ver, hizo parones de tiempo considerable, ya que alternaba sus apariciones cinematográficas con el teatro y además, fue perdiendo rápidamente audición en el transcurso de los años, lo que dificultaba poder desempeñar su labor adecuadamente. Solía interpretar personajes de protagonista y trabajó con lo mejorcito del cine clásico tanto delante como detrás de las cámaras: Joan Crawford, Ray Milland, Ernst Lubistch, Glenn Ford, Charles Boyer, James Stewart, William Wyler o Frank Borzage. Fue una actriz que empezó a ser principalmente conocida por su labor teatral, aunque posteriormente, también gozó de gran éxito en el sector cinematográfico. Como otras estrellas clásicas, tuvo un desenlace trágico, murió a los 50 años en 1960, se especuló con que se suicidó debido a una ingesta excesiva de pastillas, pero no ha quedado esclarecido del todo, hay otra versión que asegura, que fue una muerte accidental. Margaret quedó muy afectada por la mala situación que atravesaban dos de sus tres hijos, Bridget y Bill, que estuvieron internados durante algún tiempo en instituciones mentales, sus íntimos aseguraron que esta mala época familiar, influyó mucho en su posterior recaída. Bridget, terminaría suicidandose de manera idéntica a como supuestamente lo hizo su madre, pocos meses después del fallecimiento de su progenitora, en Octubre de 1960 y Bill con 66 años en 2008, acabaría con su vida pegandose un tiro.

Una grandísima pérdida de una actriz irrepetible, que iluminaba la pantalla con su candor, carisma y picardía. A nivel sentimental, estuvo casada brevemente con Henry Fonda y William Wyler.


UN TÁNDEM  PERFECTO: SULLAVAN Y STEWART


Amigos desde sus inicios en el teatro, hicieron equipo hasta en 4 ocasiones, personalmente ''El bazar de las sorpresas'' me parece la más lograda. A continuación, repasamos sus colaboraciones conjuntas...


''Cuando volvamos a amarnos'' (Edward H. Griffith, 1936)


Primera colaboración del efectivo dúo Sullavan-Stewart. Correcto drama romántico, que no aporta nada nuevo al género, pero entretiene. El mayor atractivo reside en su trío protagonista, Margaret Sullavan, James Stewart y Ray Milland.



''El ángel negro'' (H. C. Potter, 1938)


Producida por el genial Joseph L. Mankiewicz, se trata de un drama romántico menor, que se sustenta básicamente en la innegable química de unos jovencísimos James Stewart y Margaret Sullavan, que salvan la pelicula con sus creíbles trabajos. Olvidable.


''El bazar de las sorpresas'' (Ernst Lubistch, 1940)


Deliciosa y entrañable comedia romántica del genio de la comedia Ernst Lubistch, con unos fantásticos James Stewart y Margaret Sullavan, que se complementan a la perfección, sus personajes viven una clásica y atrayente relación amor-odio, con un desenlace típico del género. Cinta luminosa e inolvidable, que deja un inmejorable sabor de boca. Como curiosidad, existe un remake posterior en clave de musical, titulado ''En aquel viejo verano'', inferior en calidad pero estimable, protagonizado por una gran Judy Garland.


''Tormenta mortal'' (Frank Borzage, 1940)


  Entretenida e interesante película con trama amorosa y política, ambientada en una Alemania convulsa, que deberá hacer frente a los inicios del nazismo, debido a la ascensión al poder del dictador Adolf Hitler. Unos convincentes Margaret Sullavan y James Stewart, verán como su amor se complica, a causa de sus ideales políticos, contrarios a los que rigen en aquel momento, el país en el que habitan, que está viviendo una monstruosa transformación, en pro de la desigualdad, el racismo y la masacre, los nazis se creían una raza superior y bajo sus cuestionables convicciones, eliminaron a todo aquel ser que consideraron inferior.

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