lunes, 10 de agosto de 2015

Jean Harlow, la sensual rubia platino

 ''Me trataban como si fuese una perra en celo''. Jean Harlow.



 Jean Harlow podría ser perfectamente una de las precursoras de Marilyn Monroe, por su actitud desenhibida, sensualidad, rubia cabellera y curvilínea figura -de hecho, la tentación rubia estuvo a punto de interpretarla en un biopic, debido principalmente a que Monroe consideraba a Harlow uno de sus ídolos-, al igual que ella, más reconocida por su físico que por sus cualidades interpretativas. Fue una actriz que vivió intensamente toda su breve existencia, uno de los símbolos sexuales de los años 30. Era considerada una de las intérpretes más osadas de la era pre-code de Hollywood, en la cual, solía interpretar a una vampiresa -para ella, en la vida real, el sexo era algo totalmente natural, se consideraba vox populi su colección de amantes y por consiguiente, su feroz apetito sexual-, escandalizaba a las mentes más conservadoras de América y excitaba a gran parte del público masculino de la época. Posteriormente a 1934 -en Julio de ese mismo año, se instauraría un nuevo código de censura, denominado Código Hays, que controlaba lo que se podía enseñar o no en una película-, pasaría a interpretar a la rubia ingenua o de pocas luces. Harlow era junto a Mae West y Norma Shearer, una de las estrellas que más molestaban y escandalizaban a la Liga por la Decencia, los papeles inmorales de las tres, les hicieron poner el grito en el cielo. Fue una de las pocas actrices de la época, que cambiando su perfil de chica mala a chica buena -y el color del pelo, de rubio a moreno- seguía resultando creíble y gozando de éxito.



Jean Harlow murió demasiado pronto -a los 26 años en 1937- como para demostrar su verdadera valía interpretativa -aunque personalmente, opino que mostró algunos atisbos de buen hacer interpretativo y sin duda, tenía carisma-, supuestamente se ponía en tela de juicio, si obtenía sus papeles por sus artes amatorias o por su gran talento como actriz.

A los 19 años, Jean Harlow era una prometedora estrella y a los 26 años, tras su muerte, se convirtió en una auténtica leyenda. Trabajó con los más grandes, como James Stewart, Spencer Tracy, James Cagney, William Powell o Clark Gable -con éste se llegó a afirmar que tuvo un romance y que ni él, era capaz de satisfacerla en la alcoba-. Era tremendamente natural en la pantalla, combinaba sofisticación con dosis de humor. Personificó el sexo en una época extremadamente pudorosa y recatada, una adelantada a su tiempo, sin duda. Se la acusaba de ser tan vulgar como los papeles que interpretaba, pero contrariamente a lo que algunos creían, la realidad era bien distinta. Intentaba constantemente rebelarse contra la imagen indecente y frívola que proyectaba en pantalla.

Provenía de una familia de fuertes convicciones religiosas, acomodada y respetada por la sociedad. De nombre real Harlean Carpenter, nació en 1911 en Kansas City, Missouri. Adoptó el nombre de soltera de su madre, Jean Harlow, como nombre artístico. Su progenitora de fuerte carácter y obsesionada con su hija, se divorció del padre de la actriz -un dentista de afable personalidad- en 1922. Harlean y su madre, se marcharon a Hollywood, tras matricularla en un colegio para señoritas, su madre probó suerte como actriz, pero no consiguió ningún papel y decidió regresar con su hija a Kansas City. En 1926, ambas se enamoraron. La hija se enamoró de un millonario playboy de 20 años, Charles Fremont McGrew II, dejó el colegio y se casó con él, cuando contaba con 16 años. En 1928, los recién casados regresaron a California y compraron una mansión en Beverly Hills. Pero esa vida de lujos, aburría a Harlean y deseaba encontrar algo más con lo que entretenerse. Debutó en el cine por una apuesta, sus amigos la desafiaron a ver si lograba conseguir un papel en una película. Hizo un casting y se inscribió con el nombre de su madre, acto seguido, logró un papel como extra pero en ese momento no le interesaba. Cuando su madre, se enteró del asunto, la animó a convertirse en actriz. Comenzó haciendo pequeños papeles, con Laurel y Hardy, por ejemplo. Su marido no estaba de acuerdo con que trabajara, pero la ambición y el poder que la madre de Harlean ejercía sobre su hija, terminaron destruyendo el matrimonio. Finalmente, se divorciaría a los 18 años.


Su primer papel hablado fue ''La chica de la noche del sábado'' -que estuvo protagonizado por una diva de los años 20, Clara Bow-, recitando unas pocas líneas insignificantes. Su siguiente papel, el de ''Los ángeles del infierno'' -dirigida por uno de sus amantes, Howard Hughes- fue un papel clave en su filmografía, dado que sería la película que la lanzaría al estrellato. Hughes buscaba una actriz inexperta y que trabajara por poco dinero -aunque la película, se terminó convirtiendo en una de las más costosas de la Historia del Cine-, dio con Jean Harlow y le pagó 100 dólares por semana y le ofreció un contrato por cinco años.

Su imagen de rubia platino, se convirtió en una moda y ella se hizo mundialmente conocida, con 19 años era una estrella emergente con un impresionante poder sexual. Una estrella a la vieja usanza, pero con un look y personalidad escénica poco comúnes y muy atrevidos para los años 30. Hughes sacó mucho rendimiento de su éxito, incluyendola en todas las películas posibles. El magnate ganó muchos millones gracias a Jean Harlow, pero la estrella percibió poco dinero.

Jean Harlow era consciente de sus limitaciones o carencias interpretativas. Sus primeras y penosas interpretaciones, era motivo de burlas. En 1931, el Estudio le dio la patada a Harlow, ella asumiendo su fracaso, le aseguró a su agente, que trabajaría en una tienda. Con la llegada de la Gran Depresión, Harlow fue fichada por la Metro, su salvador fue el productor Paul Bern -la MGM tenía la fama de convertir a desconocidos en estrellas y Bern era el responsable del lanzamiento de míticas luminarias como Joan Crawford, Greta Garbo y Norma Shearer- que le dio un papel en ''La bestia de la ciudad'', su interpretación dejó huella por su descaro y buen hacer, pero aún así, no le proporcionó nuevos grandes papeles. Bern quería que Louis B. Mayer comprara el contrato de Harlow con Hughes, pero éste se negó, ya que consideraba a Harlow demasiado vulgar y las estrellas que solía representar, eran unas señoras, tenían clase. Pero al poco tiempo, se demostró que Harlow cautivaba al público y se había transformado en una estrella mediática, especialmente debido a una gira que realizó por la Costa Este, en la cual, se agotaron todas las entradas. Mayer terminó cediendo. La MGM adquirió a Jean Harlow y suavizó su estilo. Bern confiaba fuertemente en su potencial y la recomendó para ''La pelirroja''. Al principio, Harlow no estaba satisfecha con el guión, dado que ya había interpretado a mujeres de dudosa reputación y en esta ocasión se acostaba con cinco actores, a Harlow le preocupaba su imagen pero Bern le aconsejó acertadamente, que interpretara su papel de secretaria come-hombres con un toque cómico -según él, Harlow poseía una extraña cualidad, que transformaba el sexo en algo cómico-.

Jean Harlow, ostentaba una imagen de mujer frívola y descarada, pero en su vida personal, parece ser, que era una ama de casa muy tradicional (aunque existen voces discordantes que le atribuyen una fama de fémina insaciable, supongo que al fin y al cabo, su obra y su vida íntima se han mezclado tanto a lo largo de los años, que resulta complicado discernir donde empieza una y termina la otra). Vivía el cine como una afición, no como una pasión. Deseaba fervientemente, dejar el cine y encontrar al hombre de su vida. En Paul Bern, halló a un nuevo amor y posteriormente, se convirtió en su nuevo marido. En 1932, se pegaría un tiro, era un hombre muy depresivo y que vivía bajo el perjudicial influjo de su ex-mujer, una persona inestable que estaba obsesionada con él y la noche de su muerte, lo visitó. Irónicamente, Harlow interpretaría en ''La indómita'' a una actriz, cuyo marido se había suicidado, el Estudio la manipulaba y terminó aceptando el papel.

''Tierra de pasión'' con Jean Harlow y Clark Gable.


Gracias a ''Tierra de pasión'' con Clark Gable cambió radicalmente la opinión de los críticos -antes consideraban que se interpretaba a sí misma- y reconocieron que realmente sabía actuar, su interpretación resulta conmovedora y picante.

Para mantener su figura, se sometió a estrictas dietas, sufría continuas alergias causadas por el maquillaje y trabajaba cerca de 20 horas todas las semanas. Detestaba a todos aquellos que no sabían diferenciar su vida privada de sus papeles. Jean Harlow, no era la típica rubia tonta, realmente era una ávida lectora. Terminó su carrera, interpretando papeles de chica buena, que supuestamente, se asemejaban más a su verdadera personalidad más allá de las cámaras.

En 1934, se enamoraría del elegante y encantador William Powell, en él, vio una especie de figura paternal -de hecho, su verdadero padre era similar a Powell y ella llamaba a su nueva conquista, Papi-.  En ''Una mujer difamada'' Harlow y William Powell realizaron memorables interpretaciones. Su sexta colaboración con Clark Gable en ''Saratoga'', sería su última película. Su enfermedad empezó como una gripe pero terminó derivando en uremia.

El 19 de mayo de 1937, en el set de ''Saratoga'', Harlow se desvaneció y recibió atención médica a pesar de las creencias religiosas de su madre, pero su estado empeoró. Fue hospitalizada el 6 de junio, Harlow, desgraciadamente, falleció a la mañana siguiente. Su muerte, dejó desolado a William Powell. Jean Harlow fue enterrada con el salto de cama que lucía en ''Saratoga'' -la película estuvo a punto de no estrenarse, pero los fans lo impidieron, se convirtió en la más rentable de toda la carrera de Harlow-. Su entierro fue uno de los más multitudinarios, parecía una superproducción. La intensa vida, fulgurante trayectoria y pícara belleza de Jean Harlow, la convirtieron en una actriz inmortal, a pesar de su repentino y trágico desenlace.        

Pier Angeli, la italiana que enamoró al icónico James Dean



  La mujer en la industria cinematográfica -extrapolable a muchas disciplinas profesionales, en realidad- siempre ha tenido las cosas más difíciles que un hombre, y más, en Hollywood donde se les exige una apariencia física eternamente agraciada y lozana -esto ha sido así de toda la vida, en el cine clásico americano, muchas divas se retiraban antes de envejecer de manera bastante notoria, ante el temor de perder su brillo a ojos del público y de la industria-. Hollywood no ansía realidad, si no, una perpetua imagen de belleza y juventud fácilmente rentable. Este hecho en el cine reciente se ha agudizado todavía más. A las intérpretes femeninas a partir de los 40 se las arrincona, pocas son las que pueden continuar haciendo buenos papeles protagonistas o secundarios en el Séptimo Arte en una etapa madura, muchas se refugian en la televisión o en el cine de otras latitudes -Kristin Scott-Thomas en el cine galo o Jessica Lange en la serie ''American Horror Story'', por poner solamente dos ejemplos-. El sexismo en el mundo del cine es una triste realidad, que podría llevarnos a un debate en esencia algo trillado, pero también estimulante y en permanente actualidad. En definitiva, las actrices siempre han estado más presionadas que los actores, ya no sólo en términos interpretativos, si no que se les pide más en terrenos superficiales, como el aspecto físico. Pier Angeli con el transcurrir de los años -y unido a su inestabilidad emocional- fue notando el peso de una industria en permanente búsqueda de carne fresca, hecho que dificultaba obtener muchos papeles de enjundia.


Anna María Pierangeli -1932-1971- fue una actriz italiana, que creció bajo la perjudicial influencia de una progenitora dictatorial y tradicional que no le permitió llevar su vida con total libertad. Su existencia estuvo también marcada por un amor frustrado, un romance difícil de juventud que mantuvo con el malogrado James Dean, al cual, nunca olvidó -de hecho, cuenta la leyenda, que el actor tampoco se recuperó de perder su amor, falleció un año después de la ruptura con Angeli en 1955 por un accidente de coche y no volvió a tener una novia oficial que le dejara tanta huella a nivel emocional como Pier, muy probablemente el gran amor de su fulgurante vida-. El intenso affaire y posterior muerte prematura del rebelde con causa Jimmy, afectaron sobre manera a una vulnerable Angeli, que no volvería a encontrar la felicidad en el terreno amoroso pese a sus intentos -se casaría en dos ocasiones y sería madre de dos hijos-, los ecos de una relación sentimental marcada por la fatalidad, siempre resonarían durante toda su existencia.


Pier Angeli procedía de una familia católica de Sardinia -Italia-, tenía dos hermanas: una gemela, la también intérprete Marisa Pavan -ambas nacidas el 29 de junio de 1932- y Patrizia. A los 16 años, cuando Angeli estaba estudiando Arte en Roma, fue descubierta en la calle por el director Léonide Moguy, que la invitó a protagonizar la película ''Mañana será tarde'' de 1949, había nacido una estrella. Sorprendió tanto su interpretación, que ganó un premio en Italia como Mejor actriz y los ejecutivos de la Metro la ficharon, ofreciéndole un contrato con su Estudio. Estaban encantados con su belleza y sencillez.




En 1951, acomete su primer papel protagonista en Hollywood, ''Teresa'' del magistral Fred Zinnemann. Su poderosa y sentida actuación, la confirma como una joven promesa a tener muy en cuenta. A esta película, le siguieron ''The Devil Makes Three'' junto al mítico Gene Kelly y el musical ''Sombrero'' con Ricardo Montálban, Cyd Charisse, Vittorio Gassman e Yvonne de Carlo, de 1951 y 1953 respectivamente. Otros títulos destacados de su irregular filmografía fueron: ''Tres amores'' -considerado uno de sus mejores trabajos y donde compartió pantalla con Kirk Douglas con romance delante y detrás de las cámaras incluido-, ''Marcado por el odio'' -desgarradora y estupenda interpretación la que lleva a cabo, en la primera película de prestigio de un casi debutante Paul Newman-, ''Amargo silencio'', ''Sodoma y Gomorra'' y ''La Batalla de las Ardenas''.



Como actriz, Pier Angeli se caracterizó por retratar con maestría a personajes de mujeres frágiles y sensibles, en consonancia con su delicado y dulce físico. No era una belleza exuberante italiana como Sophia Loren ni intensa como la de Anna Magnani, si no que más bien, pertenecía al perfil de encantadora chica corriente. Menos rotunda, más angelical. Fue una intérprete que no gozó de demasiada suerte en su profesión -más allá, de unos pocos títulos realmente reseñables-, estuvo algo perdida y desaprovechada interpretativamente hablando, con pocas ocasiones de mostrar su enorme potencial. Rodó películas entre Europa y Estados Unidos, pero según fue envejeciendo, más le costaba hallar buenos papeles. Cerró su trayectoria con ''Octaman'' en 1971, la cual, es considerada la peor película de su carrera.





El romance con James Dean

"Pier es una chica extraña, la respeto. No me gustan la mayoría de las mujeres de Hollywood, pero ella es auténtica y real". James Dean.

“Él deseaba que lo amara incondicionalmente, pero Jimmy no era capaz de querer a alguien… fue un chico problemático que buscaba ser amado excesivamente. Amé a Jimmy más de lo que jamás he amado a nadie más en mi vida, pero no podía darle la enorme cantidad de amor que él necesitaba. Amar a Jimmy era algo que podía dejar vacío a cualquier persona.” -Pier Angeli-.

                                                    


Con James Dean siempre se ha especulado en lo relativo a su orientación sexual -muchos rumores apuntaban a su presunta homosexualidad, de hecho, algunos biógrafos suyos así lo afirmaban-, otras personas que lo conocieron en vida de manera cercana, defienden otra versión, como Dennis Hooper -compañero en ''Rebelde sin causa'' y ''Gigante''-. Lo cierto es que Jimmy fue una persona misteriosa  y compleja en el terreno afectivo, seguramente a causa de una complicada infancia y posterior adolescencia, con abusos sexuales de por medio -su amiga Elizabeth Taylor desveló, en unas declaraciones que se harían públicas después de su fallecimiento por expreso deseo suyo, que Dean había sido violado por un pastor en reiteradas ocasiones-.

En la época que en Pier Angeli se encontró por primera vez con Jimmy, estaba trabajando en una película que no resultó satisfactoria ni para los críticos ni para el recién llegado al cine Paul Newman -fue una cinta de la cual siempre se avergonzó- ''El cáliz de plata''. Corría el año 1954, un debutante James Dean filmaba en un set cercano su debut cinematográfico ''Al Este del Edén'', se aproximó al rodaje de ''El cáliz de plata'' para saludar a Newman y a otro amigo, ambos le presentaron a Pier Angeli. Fue un encuentro que cambió sus vidas para siempre, ya que aunque su romance fue bastante breve, era una relación especial, de gran intensidad y comprensión mutua. James Dean se encontraba en una situación profesional similar a la de Pier, los dos estaban iniciando su carrera en Hollywood. La atracción física fue inmediata. Parece ser, que eran polos opuestos que se complementaban, Pier era una joven tranquila y conformista, Dean por el contrario, era un chico rebelde y salvaje. Poco a poco, la relación se fue afianzando, y la influencia directa de Pier benefició a la personalidad de Dean, volviéndole más amable y abierto en el trato y además aportándole estabilidad a nivel sentimental. Y James, le insufló emoción y diversión a la vida de Angeli.


“Éramos como Romeo y Julieta, juntos e inseparables. A veces, nos amábamos tanto, que simplemente, queríamos caminar cogidos de la mano cerca del mar, porque sabíamos que estaríamos juntos para siempre.
No pretendíamos suicidarnos. Amábamos nuestra vida y simplemente, queríamos estar cerca el uno del otro para toda la eternidad. ”- Pier Angeli.
 

Lo que aparentaba ser un romance idílico, se topó con la oposición de la controladora madre de Pier Angeli, la cual, no aceptaba como pretendiente de su hija a Dean, por no ser católico y ostentar fama de rebelde -meses antes de Dean, Angeli había tenido un breve idilio con Kirk Douglas, que tampoco era visto con buenos ojos-. Obligó a su hija a dejar la relación e incluso intentó que la Warner los separara. Pier profundamente enamorada de Jimmy, no admitió el ultimátum de su progenitora y abandonó el hogar para casarse con Dean. Pero este último no estaba convencido de dar ese importante paso -deseaba esperar a que se asentara su carrera y después tomar una decisión-, Angeli interpretó que si tantas dudas albergaba sobre este matrimonio, es que realmente no la amaba. A partir de la indecisión de Dean, la relación se fue enfriando cada vez más. Y Angeli terminó por ceder a los anhelos de su madre, casándose con un hombre serio y católico. Vic Damone era un joven cantante que Pier conoció durante un rodaje en Alemania tres años antes, una estrella emergente de la Metro en ese momento. James Dean quedó desolado y con el corazón roto debido a la ruptura y posterior enlace de Pier con Damone. Se asegura que asistió a la boda eclesiástica de Pier con Damone, esperando fuera a que los novios salieran, haciendo ruido con el motor de su motocicleta y llorando bajo la lluvia. Se aceleró la ceremonia para evitar cualquier imprevisto. Siguió manteniendo un contacto regular con ella, ya que la extrañaba mucho, hasta que Pier se quedó embarazada de su primer hijo Perry.






Pier Angeli falleció el 10 de Septiembre de 1971 a los 39 años, debido a una sobredosis de barbitúricos. Tremendamente deprimida, arruinada económicamente y con una carrera interpretativa hundida, en una carta que le dejó a un amigo antes de su muerte, confesaba su amor eterno al legendario James Dean: ''Mi amor murió al volante de un Porsche. Hace 17 años que he estado sola, desesperadamente sola. Quiero encontrar la paz y ser libre para estar finalmente con Jimmy y mi padre de nuevo''.

 

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