sábado, 18 de junio de 2016

Anatole Litvak, infravalorado y estupendo cineasta del Hollywood clásico

Parece que existe una cierta tendencia a penalizar o menospreciar la versatilidad en un director, como si esa virtud estuviera automáticamente ligada a ser un realizador impersonal, y no siempre es así. El maestro William Wyler, era habitualmente infravalorado por la aparente facilidad que tenía para manejarse en cualquier género con mucha solvencia. Al margen de rasgos autorales o no, un cineasta -en mi opinión- demuestra verdaderamente su grandeza cuando no se limita a un género en concreto, si no que se arriesga adentrándose en terrenos inexplorados en su carrera, géneros que todavía no ha tocado. Ese es el perfil de director que más me suele interesar. William Wyler, Raoul Walsh, Robert Wise, Howard Hawks o Anatole Litvak, son de esa clase de directores osados que son necesarios en el séptimo arte. También es cierto, que en el Hollywood clásico era más común que los directores hicieran varios géneros, pero no deja de tener mérito, que un realizador destaque con nota en cualquier tipo de película. Uno de los aspectos que más valoro de un cineasta, es la capacidad de moverse entre géneros con soltura y siempre acertar. Anatole Litvak fue uno de estos estupendos directores que poseía la habilidad de ser competente en cualquier género, y demostraba también, una excelente mano dirigiendo a sus intérpretes. De origen ucraniano, desarrolló su carrera entre Europa y Estados Unidos, filmando en varios países y en distintos idiomas. Escribe, dirige y produce sus filmes.

CjaX8TmXIAA-n5S Con Sophia Loren y Anthony Perkins rodando ''Un abismo entre los dos''.


Estuvo casado con la gran actriz Miriam Hopkins -una de las enemigas íntimas de Bette Davis-, se comenta que fue uno de los motivos del enfrentamiento de Bette y su esposa. Supuestamente Bette llegó a ser amante del realizador cuando éste estaba aún unido sentimentalmente a Miriam. Trabajaron juntas en más de una ocasión, y nunca se soportaron. Litvak trató de conquistar a la también actriz Paulette Goddard, la prensa americana de la época se escandalizó excesivamente debido a un supuesto incidente sexual entre los dos dentro de un famoso restaurante. El revuelo generado alrededor de este hecho, propició que Anatole se decidiera a combatir en la Segunda Guerra Mundial tras nacionalizarse norteamericano. Además, colaboró en películas de propaganda bélica junto a Frank Capra. CiHfUypWMAAk3EK.jpg large En un descanso del rodaje de la magnífica ''El cielo y tú'', protagonizada por una de sus presuntas amantes, la excepcional Bette Davis.  


Comienza su carrera en los Estudios Nordkino de Leningrado en 1923, dos años después se traslada a Alemania y empieza a dirigir para la UFA en 1930. Fue montador del gran director Georg Wilhelm Pabst. Con la llegada del cine sonoro, debido a su gran dominio de idiomas, dirige para los estudios UFA tres flojas producciones en tres versiones distintas -la francesa, la alemana y la inglesa-, ya que en aquella época el doblaje en este país aún no existía. Con el ascenso al poder de los nazis, Litvak huye a Francia, donde consigue un gran éxito con Sueños de príncipe, protagonizada por Charles Boyer y Danielle Darrieux. Pero verdaderamente, Litvak da el campanazo con Mayerling, que atrae la atención de un Hollywood siempre ávido de talento extranjero.

CjUdmKqVAAAJlrx Anatole Litvak junto a Vivien Leigh en el rodaje de ''The Deep blue sea''.  


Después del éxito internacional que supuso su película de producción francesa Mayerling, Litvak es fichado por la Warner y viaja a USA en 1937. Desde el principio, se forja una reputación de director con un talento especial para el melodrama -aunque transitara muy dignamente por otros géneros, como el noir, la comedia o el cine bélico, por ejemplo-, la industria cinematográfica norteamericana comenzó a valorarlo de verdad a raíz de dirigir de manera magnífica una de sus mejores películas, ''Nido de víboras'' -protagonizada por una habitualmente maravillosa Olivia de Havilland-, filme que supondría su primera y única nominación al Oscar como Mejor director -aunque en 1952, su cinta ''Decisión al amanecer'' fuese candidata a Mejor película-. Los años 30 y 40 especialmente fueron la cima de su trayectoria, dirigiendo de manera sobria y muy efectiva muchas de las películas más destacables de su cine -Voces de muerte, El cielo y tú, Nido de víboras, Ciudad de conquista, Años sin días, Confesiones de un espía nazi, Tovarich o El sorprendente Dr. Clitterhouse-. En los años 50, Anatole Litvak retornó a la vieja Europa, y desde esa década, rodaría a caballo entre ese continente y Hollywood. Fallecería en Francia en 1974.

Una de sus películas más apreciables de los años 60, ''No me digas adiós''. Una de sus películas más apreciables de los años 60, ''No me digas adiós''.


Anatole Litvak era muy valorado por los críticos y por sus compañeros de profesión -el genial Billy Wilder se encontraba entre sus admiradores, por ejemplo-, pero no ha gozado del reconocimiento que ampliamente merece por parte del público cinéfilo. Seguramente porque es un director con un estilo sobrio y sin un sello muy distintivo, pero sin duda, es un realizador de sobrada valía y más que estimable polivalencia, que cuenta con varias joyas en su carrera. Uno de esos grandes desconocidos que merece mucho la pena conocer, y que yo descubrí gracias a un gran amante del cine clásico, como es mi amigo Javi Leiva. Si te entusiasma el melodrama y el buen hacer cinematográfico en general, es un cineasta que debes disfrutar.

viernes, 17 de junio de 2016

Robert Montgomery, carismático, polivalente y elegante

''Si tienes la suerte suficiente de tener un éxito, disfruta del aplauso y la adulación del público. Pero nunca, nunca te lo creas''. Robert Montgomery. tumblr_o7jveypRGi1qazanuo1_1280 La maravillosa Bette Davis definió a Robert Montgomery como la versión masculina de una de sus enemigas íntimas, la fantástica Miriam Hopkins. Ya no sólo por su evidente talento, si no por su capacidad para ser un roba escenas. Montgomery fue magnético en pantalla, una vez que entraba en una secuencia, difícilmente se podía apartar la mirada de él -no solamente por su agradable aspecto físico, si no especialmente, por su poderosa presencia escénica-. Poseía una vis cómica deliciosa y un carisma desbordante. Aunque destacó sobre todo en papeles cómicos, era un intérprete polivalente que también era capaz de bordar personajes dramáticos -''Al caer la noche'' es uno de los ejemplos más representativos, dentro de ese mismo personaje es admirable su dualidad, pasando de ser un tipo afable a alguien totalmente repulsivo-. Robert Montgomery es uno de mis últimos descubrimientos interpretativos, me conquistó desde el principio -algo no demasiado frecuente en mí, cinéfila exigente desde siempre-.

tumblr_o16crtByc71rilquco1_500
''Matrimonio original'', una de las pocas comedias que rodó Hitchcock.


Robert Montgomery perdió a su padre a edad temprana y también su seguridad económica previa, lo que hizo que intentara ganarse la vida como podía -en multitud de trabajos, principalmente como actor teatral y escritor-. Fue descubierto por el gran George Cukor en el teatro, que le aconsejó que no dejara la interpretación. En 1929, la Metro lo fichó -productora que tenía entre sus filas a muchas de las grandes estrellas del Hollywood clásico- y pronto lo juntó con la reina de la MGM en aquellos días, Norma Shearer. Hicieron varios largometrajes juntos, entre ellos, ''La divorciada'' o ''Besos al pasar''. A finales de los años 30, consiguió un notable éxito con ''Al caer la noche'', un giro sorprendente en su trayectoria, en el cual dejaba de lado sus personajes encantadores para encarnar a un asesino. En 1940 continuaría la racha de éxito, con una cinta que fue muy popular en su época, la excelente comedia de fantasía ''El difunto protesta'' -que conocería dos remakes posteriores-. Sería nominado al Oscar como Mejor actor por estas dos últimas películas.

tumblr_o7j82iJB6M1qjbq6yo1_1280 La ópera prima de Robert Montgomery como director, ''La dama del lago''.

Montgomery fue uno de los mejores intérpretes de los años 30 y 40, y tristemente con el paso del tiempo no tan valorado como merece. Trabajó con muchas de las mayores estrellas del Hollywood dorado: Norma Shearer, Rosalind Russell, Carole Lombard, Joan Crawford, Irene Dunne, Bette Davis, Ingrid Bergman... Solía interpretar papeles de tipos agradables y carismáticos, en comedias principalmente. Su aire distinguido lo hacía idóneo para el perfil de protagonista sofisticado. Era un actor magnífico que raramente desentonaba. Su mirada intensa y su sobriedad interpretativa -aún en papeles que se prestan al exceso-, son dos de sus rasgos más distintivos como actor.

tumblr_me2ehxfRHq1qiwrzoo2_500
Robert Montgomery y Bette Davis en ''Novia de Junio''.


La imagen de Robert Montgomery cambió a raíz de viajar a Europa para combatir en la Segunda Guerra Mundial, endureciéndose sus facciones considerablemente. Después de este acontecimiento importante en su vida, regresaría al cine con la ambición de ser cineasta. La primera oportunidad que tuvo de demostrar su valía detrás de las cámaras, fue cuando John Ford cayó enfermo en el rodaje de ''No eran imprescindibles'' -filme donde Robert Montgomery era uno de los protagonistas- y él le sustituyó como director durante unos días, su labor no fue acreditada. El Estudio quedó satisfecho con su desempeño, y confió en Montgomery que debutó poco después, en una adaptación de una novela negra escrita por uno de los grandes del género Raymond Chandler, sobre el famoso detective Phillip Marlowe, ''La dama del lago''. La película fue pionera en el uso de la cámara subjectiva, siendo filmada enteramente bajo esa perspectiva, el público sólo contemplaba a Marlowe -Montgomery- a través de espejos. La Metro no quedaría muy conforme con el resultado y las críticas serían mixtas, y Robert no tardaría en abandonar esta productora, poniendo fin a una relación profesional de dos décadas, con el propósito de convertirse en director independiente, llegaría a rodar cuatro películas más en su faceta de director. A finales de su carrera, Robert Montgomery dedicaría su tiempo al teatro y a la televisión -en TV tuvo en emisión durante ocho años el popular show ''Robert Montgomery presenta'' en el cual debutaría su hija también actriz, Elizabeth Montgomery, y en el teatro, ganaría un Tony por la dirección de ''Horas desesperadas'' en 1955-.

tumblr_o0qll2Mh8t1sotg28o1_500 ''The Last of Mrs. Cheyney'', Robert junto a William Powell y Joan Crawford.


Curiosidades
  • Era activo políticamente, supuestamente de ideología republicana -conservador-. Sirvió al Comité de Actividades Anti-Americanas como testigo para ayudarles a luchar contra el comunismo, en la era de la caza de brujas del senador McCarthy. Posteriormente, ejerció de asesor de prensa para el presidente Eisenhower.
  • En 1935, sería nombrado presidente del Screen Actors Guild. En 1946 sería reelegido.
  • En 1948, presentaría una edición de los premios Oscar.
  • Tuvo tres hijos, el primero murió de meningitis cuando tenía catorce meses en 1930, la segunda fue Elizabeth Montgomery que se haría famosa al interpretar a la bruja Samantha de la serie ''Embrujada'' y el último, Robert Montgomery Jr. Los tres fallecerían de la misma enfermedad, el cáncer.
  • Protagonizó junto a Carole Lombard una de las pocas comedias que filmó el maestro del suspense Alfred Hitchcock, ''Matrimonio original''.
  • El director favorito con el que trabajó, según sus propias palabras fue John Ford, al cual, lógicamente, calificó de ''genio''.
  • Con su amigo James Cagney formó una productora, Cagney-Montgomery Productions.
  • Norma Shearer lo escogió personalmente como su pareja cinematográfica.
  • Además de actor y director, fue presentador y productor de televisión.

martes, 7 de junio de 2016

John M. Stahl, grande del melodrama y precursor de Douglas Sirk

CgHTM2QWQAEwZkH Gene Tierney fue nominada al Oscar como Mejor actriz por su trabajo en ''Que el cielo la juzgue''.  


John M. Stahl es un magnífico realizador especializado en melodramas, que vivió en cierta manera a la sombra de la fama de Douglas Sirk, este hecho y que muchas de sus películas sean difíciles de conseguir -su etapa silente está prácticamente desaparecida, por ejemplo-, contribuyen a que su trayectoria no sea demasiado conocida y por tanto, no lo suficientemente valorada. Stahl dirigió tres cintas -Magnificent Obsession, When Tomorrow Comes e Imitation of Life- que posteriormente Sirk versionó en los años 50 llevándolas a su terreno, con un estilo estético más florido y con un enfoque distinto de la historia. John M. Stahl se caracterizó por un estilo más naturalista y sobrio en sus propuestas cinematográficas. Aunque Sirk es más reconocible por el público cinéfilo, Stahl es un cineasta que, con sus altos y sus bajos artísticos, es también muy recomendable. En definitiva, dos maestros del Hollywood dorado.

CVZZnUUXIAAiyZ- John M. Stahl junto a Gene Tierney en un descanso del rodaje de la obra maestra del melodrama noir, ''Que el cielo la juzgue''.  


John M. Stahl aunque siempre mantuvo que era originario de Nueva York, se ha demostrado que tenía origen europeo y que pertenecía a una familia judía -se asegura que nació en Bakú, actual Azerbaiyán-. Abandonó sus estudios de Derecho e hizo sus primeros pinitos artísticos como actor teatral en vodeviles y compañías dramáticas. Trabajó para tres de las más grandes productoras de Hollywood: Metro Goldwyn Mayer, Universal Pictures y la Fox. En la naciente MGM de aquella época, dirigió 24 largometrajes mudos -entre ellos, algunos melodramas, género que marcaría fuertemente su carrera- entre 1914 y 1927. Con la llegada del cine sonoro ejerce también de productor para otros cineastas que han pasado al olvido, durante tres años produce 44 filmes. Vuelve a dirigir pero esta vez para Universal -donde estará trabajando en exclusiva durante 11 años, de 1930 a 1941-, es en esta productora en la cual empieza a sobresalir como un excelente y sutil director de melodramas, filmando algunas de sus películas más destacables -La usurpadora, Imitación de la vida, Parece que fue ayer, Sublime obsesión o Huracán-. Fue uno de los directores mejor pagados de esta compañía, y tenía el privilegio de tener cierto control sobre sus proyectos -ya que consiguió ser acreditado nuevamente como productor en muchas de sus películas-. Privilegio poco frecuente en el Hollywood clásico, ya que los jefazos de las productoras tenían mucho poder.

1a162ba6a467c99136e83773ea886718 ''Las llaves del reino'', Gregory Peck también conseguiría ser candidato al Oscar como Mejor actor.


La etapa final de la trayectoria de Stahl va de la mano de la 20th Century Fox, donde rueda nueve películas. Entre ellas, la que es merecidamente una de sus obras mejor valoradas, el maravilloso melodrama noir ''Que el cielo la juzgue'', en el cual, una espléndida y pérfida Gene Tierney vuelve a hechizarnos. Que además posee la peculiaridad de haber sido filmada en tecnicolor, técnica visual poco frecuente en el cine negro de esa época. Otros títulos recomendables de su etapa en la Fox son Las llaves del reino, Sagrado matrimonio, Murallas humanas, Débil es la carne o El sargento inmortal. Su última cinta sería Linda muñequita en 1949. Fallecería en 1950 de un ataque al corazón a los 63 años.

  8dfc5d8aaad536ad3e24089c78ce813a ''Que el cielo la juzgue'', una de las cumbres del melodrama.


John M. Stahl fue conocido en el Hollywood dorado por ser un experto en películas de mujeres, las actrices siempre fueron sus mejores aliadas. Solía conseguir hacerlas brillar en pantalla. Irene Dunne fue la mejor intérprete que estuvo bajo sus órdenes -trabajaron juntos en tres ocasiones, La usurpadora, Sublime obsesión y Huracán-, no sólo por ser una actriz de desbordante talento y admirable versatilidad, si no también porque su perfil interpretativo -era contenida, carismática y emocional- se ajustaba a la perfección al estilo de Stahl, que perseguía la desnudez sentimental y la sencillez por encima de todo, notablemente alejado de artificios formales. Otra musa memorable fue sin duda, Gene Tierney, encarnando a una femme fatale sobresaliente.1013d44efd68779ebdc35b090ff5cfd0 ''Huracán'', en 1957 Douglas Sirk la versionaría con inferior resultado, bajo el título de ''Interludio de amor''.a9cf984cb610acc62904cf71d8fce2af Linda Darnell en ''Murallas humanas''.  



CURIOSIDADES
  • Las películas de John M. Stahl no sólo fueron versionadas por Douglas Sirk, si no que por ejemplo, La usurpadora -Back Street- conoció dos remakes, uno dirigido en 1943 por Robert Stevenson Su vida íntima con Margaret Sullavan y Charles Boyer, y otro dirigido en 1961 por David Miller, que protagonizaron Susan Hayward y John Gavin.
B8IYbkEIQAApkIe Irene Dunne en ''La usurpadora''.

viernes, 3 de junio de 2016

Gregory La Cava, memorable artesano eclipsado por otros grandes de la comedia

En este blog de clásicos siempre que pueda, intentaré primar los nombres más desconocidos por encima de los grandes conocidos. Creo que hay veces que se aporta más escribiendo sobre gente valiosa de la que no se habla tanto, que sobre estrellas o directores míticos sobradamente reconocibles por la mayoría.Cgb09QTWEAEwR9w.jpg large Gregory La Cava en un descanso del rodaje de ''Al servicio de las damas'', protagonizada por Carole Lombard y William Powell.  


Gregory La Cava fue un formidable cineasta estadounidense de origen italiano, que no gozó del prestigio y popularidad de otros coetáneos del Hollywood clásico, como Leo McCarey, Frank Capra o George Cukor -de hecho, era frecuentemente comparado con este último, seguramente por dirigir comedias y por su notable predilección por las actrices, extrayendo de ellas, fantásticos trabajos-. Aunque estuvo nominado en dos ocasiones al Oscar como Mejor director, ha sido injustamente olvidado o infravalorado, especialmente con el paso del tiempo. Caso similar al de Mitchell Leisen, directores de sobrada valía, con una elegante puesta en escena y que se especializaron en comedias. La mirada de La Cava es humanista pero al mismo tiempo, caustica e irónica, dejando sus películas, en ocasiones, un poso de amargura. Más en la línea descreída de Billy Wilder y Preston Sturges, no tanto en el tono amable u optimista de Frank Capra y Mitchell Leisen. Al desarrollarse su carrera en una época donde abundaban genios de la comedia, no poseer un sello muy identificativo, y por encima de todo, arrastrar una fama de cineasta conflictivo entre los productores, fueron elementos que hundieron su trayectoria a marchas forzadas. Los jefazos de los Estudios creían en su talento en un principio, pero temían su carácter complicado.


Gregory La Cava junto a Ginger Rogers y Walter Connolly en el rodaje de ''La chica de la Quinta Avenida''.
Gregory La Cava junto a Ginger Rogers y Walter Connolly en el rodaje de ''La muchacha de la Quinta Avenida''.


Ensombrecido por muchos grandes de la época, sin un estilo excesivamente definido y con una fama de director difícil, fue sobreviviendo durante los años 30 y 40. Con una filmografía algo irregular pero con algunos puntos álgidos muy apreciables -especialmente las dos únicas obras maestras de su carrera -y las más reconocidas- ''Al servicio de las damas'' y ''Damas del teatro''-. Fue un director independiente -figura poco extendida en la época, ya que todos solían estar atados a un Estudio determinado bajo contratos-, que con el presupuesto que le asignaban hacía virguerías, llegando incluso a ahorrar. Llegó un momento en que los Estudios se cansaron de él, y La Cava se convirtió en un alcohólico, falleciendo prematuramente a los 59 años en 1952.

ChT4ZQ7WYAAkCDO.jpg large
''Damas del teatro''


Gregory La Cava, antes de llegar al cine sonoro con bastante acierto, tenía una prolífica trayectoria en la animación -habiendo dirigido más de 100 cortometrajes animados-, además de haber ejercido como pintor y boxeador previamente. La Cava era un amante de la improvisación en los sets de rodaje, dándoles bastante libertad a sus intérpretes. Trabajó con actores y actrices maravillosos -William Powell, Carole Lombard, Claudette Colbert, Ginger Rogers, Katharine Hepburn, Irene Dunne...- y muchos de ellos, terminarían nominados al Oscar gracias a sus cintas. Los intérpretes que trabajaron y se adaptaron a su peculiar método de trabajo solían divertirse, pero, es de suponer, que los que eran más perfeccionistas terminarían hartos. Sus rodajes eran un constante ir y venir, se introducían cambios en la historia a última hora, y los actores eran avisados repentinamente de estos retoques por La Cava -los guiones solían estar firmados por el propio director acompañado de otros guionistas-. Cuando los productores se lo permitían, le gustaba contar con un pianista en el plató, que solía marcar el ritmo conveniente para cada secuencia. Además, un psicoanalista trataba a La Cava en los descansos.

CibjLEwXAAAmOGL.jpg large
''Lecho de rosas'', con Constance Bennett y Joel McCrea.


Gregory La Cava era alérgico a los grandes planes de producción, y abogaba, por la naturalidad en sus propuestas, renegando fuertemente del encorsetamiento formal para sus filmes. La Cava era un cineasta eminentemente creativo, que le otorgaba mucha relevancia a las mujeres y a los diálogos inteligentes y sólidos. Una de las mejores virtudes que poseía, era su habilidad para combinar drama y comedia con pasmosa facilidad -especialmente patente en ''Damas del teatro'' y ''Al servicio de las damas'', comedias con tintes amargos-. Se movía como pez en el agua en la comedia, pero a su vez, también era admirable lo bien que se manejaba en el melodrama -en algunas ocasiones, con trasfondo social-. Rodaba sin guión, improvisando sobre la marcha, saltándose las fechas establecidas, y aún así, conseguía terminar a tiempo cada rodaje. La Cava fue, en definitiva, un grande. Por desgracia, poco valorado por crítica y público. Ahondar en su filmografía, confirma su talento desbordante y estilo refinado, a pesar de tener cintas menores como cualquier realizador.

hepburn-la-cava-rogers-stage-door
Katharine Hepburn y Ginger Rogers siendo dirigidas por La Cava en ''Damas del teatro''.  


Títulos a destacar de la filmografía de La Cava

Damas del teatro
Al servicio de las damas
La melodía de la vida
La muchacha de la Quinta Avenida
Lecho de rosas
Ansía de amor
Sucedió una vez
El burlador de Florencia
El despertar de una nación
Mayoría de edad
Astucia de mujer
Risa y dinero

Las mejores parejas de la época dorada de Hollywood: William Powell y Myrna Loy, resolviendo misterios con estilo y humor (I)

William Powell y Myrna Loy, antes y después de la saga The thin man (El hombre delgado)

tumblr_ny6li6DV4b1udn2gzo1_540 "Nunca disfruté tanto mi trabajo como cuando actuaba junto a William Powell. Era un actor brillante, un compañero encantador, un buen amigo y por encima de todo, un auténtico caballero. Lo veía frecuentemente a lo largo de los años. Lo echaré de menos terriblemente." Myrna Loy.
 

Myrna Loy tuvo formación de bailarina y comenzó su carrera en el cine mudo a mediados de los años 20, después de algunas representaciones locales. Fue descubierta por Rodolfo Valentino, un galán mítico del cine silente. El Hollywood clásico solía recurrir a ella para interpretar a personajes exóticos y misteriosos -mujeres fatales asiáticas, etc-, especialmente durante la primera década de su carrera, seguramente propiciado por su singular belleza. Después se convertiría en la esposa ideal -simpática, abierta y sensual- al lado de William Powell, Clark Gable y otros. La MGM la promocionaba como la mujer soñada que todo hombre desearía tener. Loy está considerada una de las actrices más populares e imprescindibles de los años 30 y 40 -la primera entrega de las 6 películas de The Thin Man en 1934, la consolidó como una estrella de gran éxito-, fue apodada la reina de Hollywood gracias a una encuesta realizada entre los espectadores. William Powell y Myrna Loy se convirtieron en dos de los más actores más queridos del público de la época, rodando juntos 14 cintas -Libeley Lady, I love you again, Manhattan Melodrama, Love Crazy, Evelyn Prentice...-. Otras parejas cinematográficas con las que también funcionaba excelentemente, fueron dos magníficos actores Cary Grant y Clark Gable. Hizo un descanso en su trayectoria para ayudar en la II Guerra Mundial -después retornaría al cine de la mano del gran William Wyler con ''Los mejores años de nuestra vida'', sin duda, uno de sus mejores papeles dramáticos- y continuaría interpretando el perfil de esposa perfecta aunque con una personalidad muy definida, mucho más que un mero complemento del hombre. Se volvió muy activa políticamente a raíz de su participación en este conflicto armado, colaborando en la promoción de causas liberales, al lado de Richard Nixon antes de que se convirtiera en presidente. Fue la primera estrella de cine que trabajó para las Naciones Unidas. Desde mediados de los años 50 hasta los 80, Loy fue espaciando sus apariciones cinematográficas (Lonelyhearts, The April fool, The End...), combinaría sus trabajos en el cine con su exitosa incursión en el teatro. Los últimos papeles de su carrera fueron, un personaje secundario en la película de Sidney Lumet Just Tell Me What You Want (1980) y una TV-movie al lado de Henry Fonda Summer Solstice (1981). Seguramente debido a que en su trayectoria abundan los papeles cómicos -ya conocemos la habitual tendencia de la Academia de nominar y premiar dramas, a la comedia generalmente se la infravalora, a pesar de la indudable calidad de muchos de los filmes cómicos clásicos-, aunque también demostrara ser versátil en sus escasas interpretaciones dramáticas, nunca sería nominada por una actuación en concreto, y los Oscar solucionarían este error, como frecuentemente hacen, dándole un premio honorífico en 1991. William Powell al igual que Myrna Loy también inició su carrera en el cine silente, después de un largo recorrido teatral de una década. Empezaría a hacerse conocido con algunas películas talkies de serie B trabajando junto a la actriz Kay Francis y con cuatro películas en las cuales daba vida al detective Philo Vance. No era el galán protagonista, pero sí un intérprete muy interesante. Paso de ser un villano recurrente a interpretar a caballeros sofisticados. Paradójicamente, su imagen de actor distinguido, no correspondía con su origen humilde en la realidad. La primera cinta de la saga The Thin Man supuso también su espaldarazo definitivo, siendo nominado al Oscar como Mejor actor. Está claro que William Powell en su vida personal tenía afición por las rubias. Se casó en segundas nupcias y se divorció de la excelente actriz Carole Lombard, y posteriormente, sería la última pareja que tuvo Jean Harlow antes de su fallecimiento. Solamente un año después, Powell contraería un cáncer y su doctor le daría una corta esperanza de vida. Saldría adelante con la enfermedad, sometiéndose a tratamientos de radioterapia. Volvería al cine en 1939, con la tercera entrega de la comedia de misterio sobre The Thin Man. Seguiría haciendo películas hasta 1955, después se retiró a Palm Springs pero continuó manteniendo el contacto con Myrna Loy. Murió a los 91 años en 1984. Loy fallecería 9 años después -en 1993 a los 88 años-. Myrna Loy y William Powell serán recordados para siempre por los cinéfilos, por ser dos inmejorables intérpretes cómicos. Son sinónimo de elegancia, estilo y fino humor. Juntos llenaron la pantalla de magia y encanto. No tan famosos como otras parejas de la época dorada de Hollywood -Fred Astaire y Ginger Rogers, Katharine Hepburn con Spencer Tracy o Cary Grant, Judy Garland y Mickey Rooney y Doris Day y Rock Hudson- pero igual de grandes y carismáticos. Ostentan el record de ser la pareja cinematográfica que más colaboraciones conjuntas acumulan.  


''The thin man'' (La cena de los acusados), el matrimonio Charles entra en escena y enamora al público desde el principio

LoyPowell The Thin Man publicado en Enero de 1934 fue el último libro que escribió Dashiell Hammett (El halcón maltés), que al contrario que sus anteriores novelas, la terminó solamente en un par de meses. No podía estar muy alejada del estilo que lo había hecho un nombre prestigioso y popular (la serie negra). Aunque ciertamente, este libro poseía un enfoque más liviano, al mezclar la clásica historia detectivesca o de misterio con la comedia de alta sociedad. El ingenioso y peculiar matrimonio formado por Nick y Nora Charles, se dedican a resolver crímenes con grandes dosis de humor y sofisticación. La versión cinematográfica dirigida por W. S. Van Dyke le da más protagonismo a la historia detectivesca, y resulta incluso más original que la novela de Hammett, al otorgarle más relevancia al matrimonio Charles y su dinámica de pareja, de esta manera el desarrollo para resolver el crimen, se convierte en algo bastante cercano a la screwball comedy. La adaptación de los guionistas Albert Hackett y Frances Goodrish -marido y mujer en la vida real- coge las mejores frases de la novela de Hammett e improvisa sobre ellas, e introducen algunas nuevas incluso mejores. Con un argumento propio de una novela de Agatha Christie, consiguen crear una historia con identidad propia. Las películas crearon algo de polémica en la época por la afición a la bebida que tenía Nick Charles especialmente, que habitualmente aparece bebiendo. El autor de la novela, de hecho, dejó de escribir por culpa de su alcoholismo. CePpkPpXEAAEWDy Lillian Hellman (The Children's hour), a quien Dashiell Hammett dedicó su novela, confesó que el matrimonio Charles estaba inspirado en su larga relación con él. Seguramente una versión más romántica y emocionante de lo que en realidad fue su difícil relación de más de tres décadas. El director W. S. Van Dyke era conocido por ser rápido y eficiente. Van Dyke confió en Myrna Loy y William Powell pese a las serias dudas del productor Louis B. Mayer, jefe de la MGM -según algunas biografías, Mayer tenía bajo contrato a Powell pero no creía que la combinación Powell-Loy resultara verosímil, le avisó al realizador que sólo le dejaría rodarla con ellos si terminaba la película en dos semanas-, el director siempre creyó en el buen funcionamiento de ambos actores como pareja cómica. Acertó completamente, cuando la película se estrenó en Mayo de 1934 se convirtió en un gran éxito -que posiblemente sorprendió al Estudio MGM-, era el perfecto entretenimiento para no pensar en la Gran Depresión. El filme estaría nominado a cuatro Oscar -Mejor película, Mejor actor, Mejor guión y Mejor director-. Se hicieron 5 secuelas más. El público no se cansaba de la memorable pareja cómica William Powell-Myrna Loy. Incluso se estrenaron varios spin-offs para televisión -que contaban con una pareja distinta de actores protagonistas-. The Thin Man introdujo un nuevo modelo de matrimonio en la cultura popular americana, Nick era el detective pero en general mantenía una relación de igual a igual con Nora -es decir, Myrna no era la esposa sumisa, tenía una personalidad marcada, era encantadora pero al mismo tiempo, temperamental e inteligente-, y tenía un papel activo en la resolución de los casos. En la novela Hammett es bastante más explícito en el terreno sexual que en la película de Van Dyke -hay una escena, donde Nora le pregunta a Charles, si tuvo una erección al abrazar a una sospechosa, y él le responde, Un poco-. La película no va tan lejos, pero sí deja entrever indicios de que son dos criaturas ardientes. Por culpa de la implantación del código Hays, el tono pícaro de la primera entrega fue suavizado en las siguientes. Son historias sencillas -pero altamente efectivas- a mayor gloria de una pareja de intérpretes sobrados de talento, carisma y clase. tumblr_ltqfdkL0t31r33ixko1_540 ANOTHERTHINMAN_00454847_1052x822_080620071614


Curiosidades
  • El sistema de estudios era tremendamente esclavista, su dureza se notaba especialmente con las estrellas. Además, de estar atadas por contrato durante unos años y un número determinado de películas, se las explotaba haciéndolas trabajar demasiadas horas por un sueldo insuficiente -en muchas ocasiones, el salario que percibían no estaba a la altura de los beneficios que obtenían por ellas-. Era muy frecuente que los actores se quejasen por el trato recibido y demandaran una subida salarial -Bette Davis, Olivia de Havilland, Elizabeth Taylor, James Cagney...-, además de todo esto, solía suceder, que el Estudio que les representaba los encasillaba en un perfil muy concreto de personaje. Myrna Loy fue uno de ellos. Dejó de trabajar durante un año para la MGM con la firme intención de disfrutar de un aumento de salario, que se ajustara a lo que ella creía que merecía como estrella. Al final, Loy ganó la partida.
 
  • Cuando filmaron la primera entrega de The Thin Man en 1934, Myrna Loy tenía 29 años y William Powell, 42. Se llevan 13 años entre sí. La MGM consideraba que Powell era demasiado mayor para dar vida a Nick Charles, y que Myrna estaba encasillada en papeles de mujer fatal. Curiosamente, Powell tuvo parejas bastante más jóvenes que él en la vida real. Se casó en tres ocasiones -su última esposa, la actriz Diana Lewis con la que duró 44 años, era 26 años menor que él-. Por su parte, Loy se casó y se divorció 4 veces.
tumblr_ltpkkhfeQ01r33ixko1_500

 

Subscribe to our Newsletter

Contact our Support

Email us: Support@templateism.com